Una película en tu corazón

Siempre recordaré aquel día. Visitando a través de internet la cartelera me decidí a comprar online las entradas para ver la película que días atrás me había recomendado una amiga. Llevaba tiempo queriendo ir, pero nunca encontraba el momento propicio. No tenía tiempo, no me encontraba con ganas, varias eran las excusas, pero aquella tarde del Domingo, y con esa leve sensación de resaca de haber salido el viernes y el sábado, sentía que me encontraba emocionalmente sensible y que me apetecía motivar las sensaciones y sentimientos que navegaban en mi cabeza.

Llegué a los multicines, por suerte la película no era una gran producción y no había gran interés, por lo que no corría el riesgo de ir a parar a una sala llena de adolescentes chillando. La sala era la número 8, una sala «de segunda» tenía el mismo equipo y pantalla que el resto pero con menor aforo, es lo bueno de los multicines actuales, no son como cuando un cine antiguo se reforma y crea varias salas, que en alguna la pantalla es más vertical que horizontal, aunque poco a poco van desapareciendo por suerte.

Antes de entrar el típico ritual, acudo a la maquinita para coger mi entrada, es lo que se hace cuando las compras online, te evitas colas y el recargo vale la pena. Después avanzo hacia la barra del bar para coger mis palomitas y mi refresco de naranja. Sólo el olor de las palomitas recién hecho ya me hace sentir en situación y bajo emocionado las escaleras que conducen a la sala 8.

Me encanta esa sensación cuando apartas la cortina, y la luz se convierte en oscuridad, y tienes que aguardar unos segundos antes de dar el siguiente paso, pues se ve perfectamente negro.

Con la ayuda de una publicidad con fondo más claro en la pantalla busco mi fila y posteriormente mi butaca. Son más cómodas que antes, yo mido 1,90 y es importante para mi que haya una separación legal y correcta entre los asientos. El tapizado aterciopelado y como suele ser habitual tiene en los apoyabrazos un accesorio para colocar el refresco. Ya estoy sentado y acomodado y el típico anuncio de apaga tu móvil actúa como preámbulo al inicio de la película.

La pantalla se vuelve oscura, y desde el centro expandiéndose una imagen en círculo aparece de repente el protagonista de la película, subido a un bus y con la canción de Neil Diamond de fondo. Qué principio más prometedor, la primera palomita y el primer trago ya han quedado atrás, todo indica que ya estoy en ese viaje imaginario e ilusionante que te proporciona una buena película.

6 comentarios

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6 Respuestas a “Una película en tu corazón

  1. ¡ Qué bien contado! Me han dado ganas de irme al cine ahora mismo.

  2. Pero que pelicula eraaaa!!! o era una imaginaria?. De todas formas muy bien introducido si señor, dan ganas de ir ahora mismo al cine je je. Saludos

  3. Sito, te dije que sacaras dos entradas, ¡leches…!
    Que me has dejado sin película y sin palomitas.

    A mí también me han dado unas ganas de irme al cine…

    Que bien lo has decrito…
    Gracias

  4. Te pones excelentemente en situación, chapeu!!

    Saludos.

  5. totalmente de acuerdo con los demás, los has escrito tan bien que le entran a uno ganas de irse al cine. Besos 😀

  6. Yo también concuerdo. Dejas una sensación entrañable; un texto bien escrito. 🙂
    Besos

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