«Diario de Paco Jonado» – un hombre con miedo al compromiso que vive sometido a su novia.
Día 3.028 – me la miras y me troncho:
Hoy lo he vuelto a notar, Laura sigue presionando y haciéndome chantaje. No puede ser una casualidad. Desde el Viernes pasado que fue cuando le dije por enésima vez que todavía no estaba preparado para el paso del matrimonio, he fregado todos los días los platos, he ido de compras con ella, he pasado la aspiradora en casa e incluso hasta he planchado, bueno por llamarlo de alguna forma. Es su forma de castigarme, y como se me ocurra negarme volvemos a tener la charla, y yo no lo puedo soportar, pero el mismo miedo que tengo a casarme lo tengo a volver a vivir solo. Qué voy a hacer yo sin Laura, tengo que aguantar, pero al final me va a obligar a ir al altar, quizá sea la salida menos dolorosa, pero es que no me veo casado, qué horror!!!
Día 2.029 – no la toques que se mueve:
Sigo de amo de casa, Laura ha decidido que ya que no nos casamos, por lo menos se va a dar la vida padre. Sabe que yo soy incapaz de dejarla, así que, ha decidido que voy a tener que elegir entre hacer de chacha o de marido. Y es que no duermo. Sabéis que después de pasar el trapo para quitar el polvo, si no lo haces correctamente enseguida vuelve todo a estar otra vez sucio? es horrorosa la visión de las partículas de polvo cuando las ilumina el maldito rayo de sol que entra por la maldita ventana. Y la asquerosa plancha se ha convertido en la prolongación de mi mano, de la derecha, porque en la izquierda, llevo atada permanentemente un doble palo con escoba y fregona, que se pasaba primero?, ¡JODER! siempre me olvido. Estoy desquiciado !!!
Día 2.047 – si la soplas se resiente:
Hace varios días que no escribo, ya se sabe, las mudanzas es lo que tiene. Y eso que desde antes de ayer ya estoy en mi nuevo piso, otra vez de soltero tras la boda frustrada, pero es que no encontraba el ratón y yo sin ratón no se escribir en mi diario virtual. Pues os cuento, al final claudiqué y me decidí, ¡VALE ME CASO! después de semanas trabajando, aparte de en la oficina, en casa, como un negro, no aguanto más y me decidí a casar. Pero no pude soportarlo, todos los preparativos, la gente felicitándonos, la cara de alegría y los comentarios de Laura: «ya te dije que yo a éste antes o después le apretaba las tuercas», cada día que pasaba hasta la boda relámpago me ponía un poquito más rojo, se me hinchaba un poco más la venita, total que llegó el esperado día y me presenté de la única forma digna que se me ocurre ir a una boda: borracho como un tornillo sin clavar, con chándal de carrefour, por supuesto de oferta que es sólo para 1 día, lógicamente al ser mi boda me puse fajín, corbata, pajarita y la chaqueta esa de pingüino o como se llame, gorro de cotillón con matasuegras a juego y un sinfín de complementos… … y aquí estoy, otra vez soltero, viviendo sólo y buscando en el periódico un anuncio de pornochacha, que no estoy dispuesto otra vez a pasar por las miserias del hogar. Vuelvo a estar soltero y vivo.
C – 08sandra – Activo
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...