Ya casi eran las doce de mediodía, cuando los dos compadres se encontraron en aquel café. Elpidio se miraba sorprendido por la respuesta que su compadre le había dado por la pregunta que él le había hecho.
-No, compadre es imposible, me estaré volviendo loco. Te puedo jurar que el demonio estuvo aquí, ha estado conmigo durante casi toda la mañana, hemos conversado y llegado a conclusiones bastante buenas.
– Todo estaba en tu imaginación compadre, pero yo no vine para hablar de su locura, lo que vengo a ver es ¿Por qué tiene usted dos días sin ir por sus hijos a mi casa? ¿Qué ha hecho compadre? ¿Dónde ha andado?
– ¿Dos días? Pero, si los he visto ayer en mi casa.
– Mire compadre cálmese, explíqueme bien que pasa. Usted le dijo a mi mujer que mi comadre se había ido, que lo había dejado. Ellos ahí han estado esperándolo, pero no nada mas ellos también sus padres compadre. Me dijeron que cuando llegaron a la ciudad y al ver que usted no iba por ellos, se fueron a su casa en taxi, tocaron hasta cansarse y usted salio como alma que lleva el diablo en su auto. ¿A dónde iba compadre? Cuénteme todo por favor.
Aun un poco confundido por todo lo que estaba pasando Elpidio empezó su historia, comenzó por decirle lo del puterío y terminó con lo que había pasado ese día en la mañana…
… – y entonces compadre desperté en mi cama y ella me trajo el desayuno a la cama, pero antes de pensar en desayunar hicimos el amor como nunca, nos dejamos caer abrazados en el suelo y después en la cama quedamos rendidos. No puede ser nada de eso un espejismo compadre no puede ser algo tiene que haber causado todo esto. Si no fue el demonio ¿entonces quien? Algo o alguien es el causante de todo lo que me está pasando compadre.
– Compadre pero esto que me ha contado es muy grave, me está diciendo que mató a mi comadre.
– Le estoy diciendo que no, compadre, que ella está viva, que está ahorita en mi casa.
– OK, compadre, eso lo veremos a su tiempo, por ahora dígame ¿que se supone que le dijo el demonio?
Entonces Elpidio le contó todo lo que discutieron hasta lo que le dijo el diablo del Blogguercedario.
– ¿El Blog que? Compadre.
– Pues no se exactamente pero es algo así como Blogguercedario, el caso es que suena como abecedario compadre.
– Pues no me suena nada congruente ni conocido lo que me dice compadre.
– Ve compadre, eso es lo que le quiero decir, a mi no se me pueden ocurrir esas cosas así, tiene que haber algo o alguien que haya hecho esto, ya que dice que el demonio no estaba aquí. A menos que solo yo lo haya mirado compadre.
– Mire compadre, yo quiero ayudarlo, de verdad, pero entonces necesito informarme más de lo que esta pasando. Vaya usted a su casa, asegúrese que su mujer todavía esta viva y yo iré en cuanto vea alguna solución a su problema, los niños todavía se pueden quedar en mi casa, también sus papás
– Ya verá compadre, ya verá que tengo razón.
Se despidieron los dos compadres, Elpidio salio apresuradamente del café, Chencho se quedó pensativo:
-Espero que mi compadre no esté loco, no creo que lo esté, por eso antes de mandarlo con un psiquiatra voy a investigar en Internet esto que está pasando.
Salió y se dirigió a un ciber que estaba en la otra calle.
Mientras tanto, Elpidio descubría lo que tanto temía. En su casa no había nadie, en la cochera aun estaba el manchón de sangre que no había podido quitar hacia dos días. Todo le venia a la mente de nuevo, la escena de su mujer con el del agua, el momento que hizo que el se desquiciara y la matara. No había nadie, se sentía solo, se sentía impotente, mas de lo que estaba, maldita sea se estaba volviendo loco.
No tardarían en dar con el, la policía ya ha de haber encontrado el cuerpo, en cualquier momento llegarían y el ahí estaría para irse a la cárcel. ¿Qué mas le daba ya? Todo estaba perdido, nada se podía hacer, Elpidio Obeso terminaría en prisión. A lo mejor ese era su destino.
– ¡Nooooo! No puedo estar loco, alguien o algo tiene que manejar mis actos, mi mundo, mi todo, no puede ser que todo esto me pase a mi, tiene que haber algún responsable y ese no soy yo.
El sueño lo venció y durmió placidamente durante mucho tiempo. Los golpes a la puerta lo despertaron. Despertó asustado, pensando que era la policía que venia por el. Se dirigió a la puerta, entonces pudo darse cuenta que era su compadre lo que lo hizo relajarse un poco.
– compadre, ¿Qué pasa? ¿Por qué toca de esa manera?
– Compadre, tiene que ver esto.
– ¿Ver que cosa compadre? Pensé que era la policía.
– ¿recuerda lo que le dije en la mañana que le investigaría lo que estaba pasando con usted?
– Pues si compadre, pero la verdad no veo como pueda ayudarme o ver que pueda pasar. Me estoy volviendo loco esa es la única realidad.
– No compadre, yo también creía eso pero no, no esta usted loco.
– ¿entonces compadre?
– Venga compadre, acompáñeme al ciber café que le tengo que mostrar algo.
– ¿al ciber café? ¿Que tengo que hacer en un ciber?
– ¿Recuerda esa palabra difícil que según usted el demonio le mencionó?
– Si el tal Blogguercedario o no se que cosa.
– Si compadre eso, es Blogguercedario compadre y tiene que ver lo que encontré.
Se dirigieron los dos velozmente al ciber más cercano de la casa de Elpidio. Chencho pidió algún ordenador disponible y empezó a teclear una dirección en Internet. Ahí apareció lo que el diablo había mencionado, le mostró algo que Elpidio casi caía para atrás.
-Compadre ¿le parece conocido esto?
– ¿Q- que es esto compadre? ¿Cómo supo esta persona lo que me estaba pasando compadre?
– Lea y fíjese como cuenta esta persona cada cosa que usted ha hecho e incluso mire aquí, aparece el diablo tal y como usted me lo contó y la ultima frase es la que yo le dije ahora en la mañana.
– Pero entonces ¿que pasa compadre?
-Aquí tiene la respuesta compadre, aquí la tiene, usted quería que alguien fuera el causante de sus problemas y pues se le ha concedido.
– ¿quiere decir que este escritor de aquí ha escrito todo lo que he hecho y Hare? Entonces ¿Por qué no hay nada de lo que estamos haciendo en estos momentos?
– Porque a lo mejor en estos momentos lo esta escribiendo compadre, por eso no aparece todavía.
– ¿Me está diciendo que soy un personaje de una historia por Internet?
– No nada más usted compadre, todos los que estamos cerca de usted también. Mire, aquí le ponen comentarios, entonces los demás leen lo que el escribe, es por eso que el demonio le dice a usted que a lo mejor a los del Blogguercedario usted les cae mal.
– Entonces ¿esta persona ha sido el causante de que haya matado a mi esposa, de que no se me pare, de que mis padres me hayan puesto este nombre de mierda?
– Si compadre, somos personajes de todas esta historia.
– Pero en alguna parte del mundo tiene que estar esta persona, ¿y si vamos y le doy su merecido por jugar con nuestras vidas? Esta persona bien pudo haberme hecho bueno y exitoso, no así, no un asesino compadre.
– No podemos compadre no podemos, está en México.
– Pues vamos compadre vamos, tiene que aclararme muchas cosas ese tal, ¿Cómo se llama?
– Cuauhtemoc compadre, dice aquí. Pero ni siquiera sabemos en que país o ciudad estamos compadre.
– Pues lea ahí, vea en que parte de este mundo existe nuestra ciudad. Porque si hay Internet no podemos estar tan alejados de la civilización.
– ¿Pero no ha comprendido compadre? El ha puesto todo esto aquí, si el quiere ahorita nos da un infarto y se nos acaba la historia.
– Pues seria mejor un infarto a estar sufriendo de por vida en la cárcel por culpa de un maldito que por tal de quedar bien con sus compañeros me ha desgraciado la vida.
– Tiene razón compadre, vamos al aeropuerto, vamos a buscarlo y a pedirle cuentas, pero no podemos matarlo compadre, nos rebajaríamos a su nivel.
– Esta bien compadre solo quiero que me responda cosas, quiero que me solucione esto que me está pasando.
– Compadre pero ¿se ha puesto a pensar que así como nosotros somos unos personajes de historieta pueda ser que alguien también este escribiendo que el esta escribiendo nuestra historia?
– ¿Usted se refiere a que todo lo que pasa en este mundo sea solo una historia escrita por alguien con muchos personajes?
– Algo así compadre algo así. Pero pues vamos, yo lo apoyo en lo que decida. Vamos a México.
Y así, nuestros personajes se dirigieron al aeropuerto, tomaron un avión a México.
Todo marchaba excelente, todo iba bien, pero no se supo de donde vino la turbulencia que sacudió aquella aeronave, pero se fue directo al océano, nadie sobrevivió, nuestros personajes murieron ahogados en el mar.
Proximo turno para: X-mosquitovolador
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