Archivo de la etiqueta: gorio

Aspec me engañó, ¡joder! cómo me engañó…

Aspec me engañó, ¡joder! cómo me engañó…

Estoy muy decepcionada porque mi novio, Aspec, después de casi tres años de relación me ha sido infiel, él vive a 3 manzanas de mi casa y la tipa con la que me engaña también, él me demostraba que me quería pero ¿entonces? ¿Por qué me engaña?

Quiero perdonarlo, porque está muy bueno, pero no puedo, hablé con la tipa que se ha liado, se llama Sonvak y me quedé de piedra, no es la única, resulta que ha habido tantas como dedos tienen mis manos. Yo sé que le gustan demasiado las mujeres, es un Don Juan, pero después de lo que me contó Sonvak no sé si volveré a mirarle a la cara, resulta que trabajamos en una fábrica como sexadores de pollos, cuando empezamos a trabajar nos dieron unos cursos intensivos a todos los nuevos y tuvimos que viajar a una escuela permanente para formar sexadores de aves que se encuentra en la ciudad de Nagoya, Japón. El viaje fue maravilloso, no por los cursos sino porque íbamos todos los nuevos que al principio congeniamos a las mil maravillas y pensábamos disfrutar a tope entre sexo y sexo, ¿me entendéis no?
Fuimos Aspec, Xinax, Daniela, Sonvak, Molinos, Gorio y yo; 5 mujeres y 2 hombres ¡peligro, peligro! aunque yo estaba segura de su amor, el tiempo me ha demostrado, bueno, el tiempo y Sonvak que no era para tanto, allí en Nagoya ya se lió con Molinos, una chica estupenda y maravillosa, pero con una mala leche acojonate… lo que no me queda claro es cuándo se liaron pues los días que estuvimos allí fueron a un ritmo trepidante ya que averiguar el sexo de un ave requiere un análisis cuidadoso de su recto y es una operación que requiere un manejo habilidoso del animal y como todos éramos nuevos en este campo, nos pasábamos más de 10 minutos con cada animalito que nos ponían por delante, cuando lo normal es hacerlo en 4 segundos, ¡bueno! dejando a un lado el tema laboral sigo con la historia.

Cómo os he dicho allí fue Molinos, aunque duraron 2 meses, por los pensamientos tan retorcidos de ella, después se lió con Xinax, una friki a la que le gusta tanto la trilogía de «El Señor de los Anillos» que cree que la gente real se vuelve gris, con ésta no sé cuánto tiempo estuvo, supongo que se volvería gris y ella lo dejó, después le tocó el turno a Daniela, una chica muy, pero que muy mona, que escribe muy bien, pero que hay días en los que se asemeja a un robot, porque no para, tampoco sé cuanto tiempo estuvieron liados o por lo menos Sonvak no me lo dijo.
Y su última conquista, bueno mejor dicho su penúltima conquista ha sido Sonvak, una chica que hace de todo y que tiene una amiga fiel e incondicional que se llama «nube» aunque tiene cierta confusión sexual, pues levanta la pata para… (Me refiero a la perrita, no seáis malos…).
De todo esto me estoy enterando ahora, porque soy bastante insulsa y me fío de todo el mundo, pero cuando Sonvak me lo contaba, me asaltaba una pregunta ¿por qué me lo estará contando ahora? Ella misma se delató al cabo de un buen rato hablando, bueno discutiendo como perras en celo por él, resulta que después de haber estado con 5 de las 7 de las personas que empezamos a trabajar juntos en la fábrica hace ya más de un año, el muy mujeriego, se ha liado con Gorio, ¡ahora lo comprendo!.
Comprendo por qué me lo contaba Sonvak y también comprendo por qué Gorio nos dijo el otro día que últimamente no estaba a la altura de los integrantes del grupo, que no le salen muchas ideas y que no sabe a qué se debe a ciencia cierta, pero está ahí.

¡Pues sabéis lo que os digo! que se vais a enterar los dos mañana cuando llegue la hora del desayuno. Esta noche no le diré nada a Aspec, pero mañana le voy a dejar las cosas bien claritas y que se vaya con quien quiera y de ti Gorio, tan correcto, tan guapo, tan… bueno, no sigo, de ti no me lo esperaba para nada…

SANDRA

14 comentarios

Archivado bajo Sandra

Ya no me vuelve a gritar

Por Montse

¡Ya no me vuelve a gritar ninguno!  Y, mucho menos, ponerme en apuros.

Menos mal que se acaba esta insufrible etapa en la que he tenido que soportar, con la ayuda de mi equipo médico habitual encabezado por un prestigioso psiquiatra y un psicólogo de renombre, el  devenir de constantes frases malintencionadas para ponerme en un constante aprieto.

A mí, a la mayor de todos ellos, a la respetable, que no respetada por ellos, abuela de “El Bloggercedario”, se me ha involucrado en todo tipo de situaciones embarazosas que me han abocado a tomar derroteros en mi vida que jamás imaginé.

Mis amistades, todas ellas pertenecientes a grandes linajes de toda Europa y América, han tenido que soportar bochornosas escenas en algún cóctel importantísimo, cuando un imprudente y talludo Sr. Aspective, se abalanzó sobre mí, con intenciones poco claras y una líbido extremadamente desaforada, lo que provocó un desasosiego importante en mi salud psíquica, por no hablar de mi reputación, intachable hasta ese momento.

No contenta con este capítulo, la Srta. Sonvak, por llamarla de alguna manera, osó utilizar mi imagen –claro que todo ello se verá en los Tribunales en su debido momento- y buen nombre, para crear una saga en sus únicas novelas publicadas con éxito. Habiéndose atrevido, incluso, a asistir a esos bochornosos programas que trufan la parrilla televisiva de todas las cadenas, privadas y públicas, para debatir en corrillos de vocingleras pseudo periodistas, acerca de mi vida privada.

Para más inri, el que debería haber impuesto respeto a los demás, Don Sito, o Don Codeblue, -permítaseme decir que si casa de dos puertas mala es de guardar, hombre de dos nombres malo es de fiar- se ha auto concedido la licencia de abochornarme abiertamente utilizando mi título en algunos comentarios, vejándolo, cuando mí título: Marquesa del Pan Pringao, es un título que junto con el de Alba, Fernán Núñez, Infantazgo, Medinaceli, etcétera, ostenta Grandeza de España, y, por derecho propio, está representado en el Consejo de la Diputación Permanente de la Grandeza de España, donde hace meses que no puedo aparecer para no verme soliviantada por las simples miradas de los otros representantes, conocedores de toda esta historia,  falsa y burda, montada en torno a mi persona.

En su momento, reuní a mis asesores para ver qué medidas eran más aconsejables para frenar dicha afrenta, ya que el carácter internacional de “El Bloggercedario”, precisaba de una mesa de expertos de varios países que dilucidaran los pasos a seguir para limpiar mi buen nombre, manchado con el único interés de conseguir una efímera y pueril fama. Su primer consejo fue que debía seguir aquí, al pie del cañón para no esconder la cara, demostrando que ante la adversidad y la falacia, yo no iba a doblegarme, al contrario.

Por su parte, ellos intentarían, desde fuera, conseguir que de una vez por todas, se acabaran las historias de Elpidio y Chencho, que por maravillosas, pudieron empañar mi categoría como escritora. ¿Qué pretendía Alejandro Marticorena?  ¡El es un auténtico profesional¡ Seguro que quería hundirme. Debe saber que mis relaciones con Cristina Fernández de Kirchner carecen de fluidez y me castiga por ello.

Apareció Lino, y demostró que tiene talento, y lo que es mejor, juventud y ganas de aprender. Se va Suki, estupenda escritora y aparece uno que quiere comerse el mundo. Y mientras tanto yo aguantando el chaparrón.

José Luis, que ha sido capaz de introducir economía, política y sociedad en clave de humor, con esa socarronería gallega que es inimitable, y sin pedirme permiso.

Daniela, uruguaya que, sin encomendarse ni a dios ni al diablo, no tuvo reparos en “marchar sobre Madrid”. Pudiéndose quedar quietecita en su casa, arremetió en mi ciudad para que la mofa fuera pública y notoria. En la memoria tendré esas imágenes mientras viva.

Y qué decir de Gorio. ¡El súmmum! Publicó en “Diario Bloggero” una supuesta entrevista conmigo, absolutamente falsa –aunque la precisión es obvia pero quiero dejar bien claro que la querella criminal está presentada- en la que incluso se me incrimina en la presunta comisión de otros delitos.

Me ruborizo aún cuando recuerdo la cantidad de veces que tuve que repetir, hasta la saciedad, que no tenía nada que ver con el título de un relato de Lustorgan, “La Tortillera del Año”, llegando a tener que contratar a tres telefonistas para que atendieran múltiples llamadas de todas partes del mundo y a todas las horas del día para desmentir dicho rumor. Bien es sabido que  mi condición sexual nunca se puso en duda hasta que este señor dejó caer ese embuste soez y chabacano.

Quiero dejar claro que en mi vida nadie ha podido ver mi dedo corazón, como aseguró la Srta. Sara, Sarinha para sus conocidos, en alto, enseñándoselo al Sr. Gorio. Mi exquisita educación no me lo permitiría, ni tampoco mi artrosis, para que nos vamos a engañar. A pesar de los múltiples tratamientos a los que me someto para el cuidado de mis maravillosas manos, me es imposible repetir ese gesto, ni aún queriendo, por lo que dicha señorita se verá las caras con el bufete que me representa, en los Tribunales de Justicia, para que no vuelva a lanzar bulos sobre mi persona y la colocación de mis dedos.

Y terminaré este somero repaso con la Srta. 8Sandra que, en ocasiones, para destacar sobre mí y sabiendo mi escaso o nulo interés por escribir en verso, ha aprovechado el vacío que he dejado en ese campo, para publicar alguna que otra poesía, que no voy a catalogar –doctores tiene la Iglesia y muchos más la Seguridad Social- con un único objetivo: sobresalir.

En cuanto al resto de los integrantes, en mayor o menor medida, han contribuido a dicho escarnio con el silencio, con la aquiescencia y el beneplácito que se puede leer en sus comentarios.

Bien, al fin ha llegado el momento. Mi equipo de asesores ha conseguido acabar con esta etapa de “El Bloggercedario”, con no poco esfuerzo y empeño.  Ahora vendrá la siguiente y estaré ojo avizor para que todos estos desaguisados no se vuelvan a repetir.

Quiero prevenirles que no voy a consentir desmanes, ni escritos sublimes, ni poesías espléndidas.  Ni hablar de escándalos en fiestas privadas, ni “deshabillés” en las oficinas de esta casa. Aquí se viene bien vestido y no se desnuda uno. Si hace calor se sube el aire acondicionado. Y, ni  hablar de camas redondas, mesas redondas, o cualquier otro mueble que se pueda redondear para dicho uso. He dicho.

“El Bloggercedario” no será sinónimo de depravación.

Próximo turno: Q – Sara – Activo

10 comentarios

Archivado bajo P - Montserratita - Activo

Aspective permanecía inmóvil en el suelo

Últimamente habíamos descubierto, cada quien por separado, que en la oficina se podía hacer de todo. Una vez junto a la puerta del baño, mientras meditaba cerca de la ventana, en el mismo lugar en que ahora Aspective permanecía inmóvil en el suelo, escuché una dulce y singular voz, adornada por los acordes suaves y acompasados de una guitarra.

No entendía lo que cantaba, pero igual me gustaba escuchar esa melodía. En eso pasó Gorio y, mirando al techo, intentó descubrir de dónde provenía dicha música. En un instante me miró como sorprendido de que yo también estuviera ahí y me dirigió una sonrisa.

¡Qué buena la canción esta!

Le respondí asintiendo la cabeza e instintivamente le ofrecí un cigarrillo. Entre plática y todo, resulta que los dos resultamos ser músicos, con nuestras respectivas tendencias y gustos completamente polarizados, pero músicos al fin. Guitarristas para variar, bueno, yo con un tanto más de experiencia en el bajo y el contrabajo, pero compartíamos el gusto por los instrumentos de cuerda.

Deberíamos de improvisar algo, me da curiosidad por el resultado de semejante combinación, le dije.

Me hizo un gesto de no estar completamente convencido. Cabe aclarar que yo no era un tipo por demás popular como Sito (el ex jefe), Aspective o el mismo Gorio (que ya era famoso por su intento de conquistar a Sonvak). Me considero más bien del tipo reservado que pasa casi por lo general desapercibido en todas las reuniones y en los pasillos se me nota discreto. Vamos, que un tipo común sin aptitudes y/o cualidades aparentes le propusiera algo a una persona de habilidades comprobadas en la oficina, cualquiera dudaría de su proyecto, por más armado que este fuera.

La oficina en donde trabajábamos contaba con 26 cubículos, correspondientes a las letras, donde cada quien trabajaba en lo suyo. Además contaba con unas salas de reuniones, cafetería y algunos otros espacios de trabajo común. La mía estaba, como vulgarmente decimos en México, como huevo (cojón) de perro: hasta el final. De vecinos solía tener a Cuauhtémoc y a Yuyis, pero esta última había encontrado otra opción de trabajo y había renunciado, o algo así escuché. Te digo que no soy muy atento con los demás. Hay un pasillo central, en primer plano a mano derecha, encontrabas trece cubículos, de las letras A a la M, y al lado izquierdo encontrabas apilados los cubos de la N a la Z. Los baños se encontraban justo al final del pasillo doblando a mano derecha, mientras la sala de juntas era al final del pasillo a mano izquierda. ¿Que por qué escribo esto? Ah, comprenderás entonces que fui yo el que separó a las dos mujeres que estaban transformadas en fieras justo al lado del baño, me quedaba tan cerca de mi pequeño cubo.

Bueno, si lo que quieres es improvisar, entonces deberíamos de ver cuando tenemos tiempo libre e intentarlo.

La respuesta de Gorio por fin me daba una esperanza mayor. Él entró al baño y yo me dirigí a mi cubo, y es cuando veo salir a la menor de todos los bloggers que conformábamos este singular equipo de trabajo. Daniela iba ya de salida con la guitarra en su estuche al hombro y algunos otros papeles en su mano izquierda.

¡Qué sorpresa! Y pensar que en esta oficina hay mucho talento artístico, más que la simple burocracia habitual.

La dejé marcharse sin dirigirle más que un gesto de saludo-despedida. La uruguaya era una de las chicas que más me impresionaba por su trabajo, la admiraba en verdad. Fui a mi escritorio, busqué un folder que tenía archivado muchas de mis singulares composiciones para la música y elegí una: Carente de corazón (que después la transcribiré, puesto que esta letra no es propia del post). En las indicaciones técnicas para la partitura, había escrito: dos guitarras, una voz masculina, una voz femenina. Perfecto, esta sería buena para Gorio, Dani y yo.

Justo era la mañana entonces que decidí proponerles a mis dos compañeros la interpretación de esta canción, a modo de balada; justo era que revisaba los últimos detalles para no estar corrigiéndolos en público; justo era que imaginaba las cuerdas de Gorio y la melodiosa voz de Daniela en mi canción; justo era que… ¡rayos, algo pasa allá afuera!

Salí y miré hacia todos lados, Lino y Alejandro Marticorena se asomaron de sus cubos casi al instante que yo, pero instintivamente corrí hacia donde se escuchaba el alboroto. Sólo vi a un par de mujeres dándose con todo. Usando un poco de fuerza me metí en medio de la pelea, a una la empujé y a la otra la jalé, sin saber aún quien era quien. Debo confesar que me llevé unos arañones espantosos y muchos insultos. Miré a Aspective en un estado como en Shock y enseguida volví la mirada a las chicas: Sara y Dani agitadas aún, dirigiéndose una a la otra una mirada de rencor, pero las dos chicas estaban llorando.

Próximo Turno: A – Codeblue – Activo

Salta turno a: C -o8Sandra – Activo

8 comentarios

Archivado bajo X - Mosquitovolador

Un auténtico guión de Almodovar.

Autor:   R – Gorio

gorioPERIÓDICOx

Después de semanas esperando a que se produjera el tan esperado encuentro entre Sonvak y Gorio, dos de los más polémicos miembros de la oficina del blogguercedario, por fin podemos informar del evento.

sonia y gorio

En la foto se ve a los dos.

No nos fue posible captar sus rostros ya que no optuvimos su permiso explícito por tener derechos de imagen.

La reunión se desarrolló en una cafetería de la ciudad olívica convenida previamente.

Según se desprende de esta entrevista, Sonvak se desplazó a la cárcel municipal donde Gorio estaba recluido por una denuncia, al parecer falsa, de uno de los bloggueros de la oficina, probablemente por envidia, porque quería escuchar su versión de los hechos, para comprobar si era verdad o un bulo, ya que no se fía de nadie.

Después de comprobar que era cierto que Gorio había sido víctima de una burda difamación, accedió a pagar la fianza impuesta por el juez para que saliera en libertad vigilada mientras no se celebre la vista oral.

gorio y sonia

Una patrulla acompañó a Gorio en todo momento del encuentro.

Su abogado nos comentó que lo más probable es que el juicio saliera a su favor, dado que contaban con pruebas más que fiables y contundentes, que demostrarían su inocencia.

En cuanto al difamador, un tal Aspective, siempre según palabras de Gorio:

_Ese elemento que se vaya preparando por que le voy a meter un pleito que se va a cagar por él.

Del encuentro se desprende que este ha sido en total cordialidad, y nos han asegurado que habrá otros en los próximos días.

Averiguamos  por nuestra cuenta que Montse, otra integrante de la oficina, ya había visitado a Gorio con anterioridad en la cárcel.

Uno de los funcionarios nos confesó que los escuchó por casualidad cuando comprobó que el circuito de sonido de los presos aún seguía encendido, y no pudo resistir la tentación de oir lo que decían. Nos pasó la transcripción.

_Hola Gorio.

_Hola Montse, ¿Qué haces tú aquí?.

_Vengo a hacerte una proposición.

_¿Qué tipo de proposición?.

_Escúchame bien, te lo ruego, y después decides, ¿Vale?.

_Lo que tengas que decirme, dilo rápido.

_Bien…He descubierto todas las artimañas de Aspective y quiero darle una lección, para eso necesito que tú te hagas pasar por su amante, todos tienen que pensar que te acuestas con él.

_¡¡ Tú estás loca de atar !!, pero sabes lo que me estás pidiendo, toda mi carrera se puede ir al garete, ni de coña.

_Confía en mi, después de todo este embrollo, serás tú el que salga airoso. Primero publicaré vuestra aventura, y esperaré a su siguiente paso, que es predecible, ese tipo de personas siempre lo son, y después le daré la estocada final para hundirlo en la miseria. Una vez me engañó engatusándome y llevándome al huerto, y yo por ahí no paso, le tengo tantas ganas o más que tú. Quiero venganza, y si tú me ayudas será demoledora. Además, tengo que confesarte que estoy enamorada de Sonvak y no me gusta nada que ese capullo de Asp, la ande rondando con sus comentarios de poeta afeminado.

_Me has convencido. Está bien, te doy permiso para que publiques eso, pero como todo sea una trampa y seas tú la que estás compinchada con él, se lo contaré todo a tu marido, y a Sonvak para que tome medidas.

_No te preocupes, te prometo que no te voy a engañar, le tengo muchas ganas a ese desgraciado de Aspective. Bueno, ahora me tengo que ir, ya tendrás noticias…Espero que salgas pronto de aquí. ¡¡ Cuídate !!. Adiós Gorio.

_ Adiós Montse.

carceles

El culebrón de la oficina sigue su camino implacable hacia algún lugar impredecible. Aunque lo parezca, esto no es un auténtico guión de Almodóvar. ¿Cómo acabará?, ¿Habrá sangre?.

Lo cierto es que este periódico no dejará escapar la oportunidad de seguir informando a sus fieles lectores, a los que  no queremos dejar ni un solo segundo, sin la noticia fresca sobre todo este asunto.

Y de seguro que la oficina al completo estará esperando nuevos acontecimientos.

En ese lugar se cuecen habas.

Próximo turno para:   S – Unsinagawa – Activo

14 comentarios

Archivado bajo R - Gorio - Activo

Esa foto quedaría bien en la pared de su cuarto

N – Sonvak – Activo

«¡¡Mierda!!», exclamó para sí mientras sentía como otra rama del dichoso árbol le arañaba por centésima vez en las piernas. Sin embargo ya estaba cerca de su objetivo y no pensaba detenerse en ese momento. Desde que le habían dado el chivatazo no había podido pensar en otra cosa.

Y no es que se le diese bien trepar árboles; Dani miró con pena sus preciosas piernas. Alzó la vista hacia la cercana ventana… «ya queda poco«. Miró hacia el suelo. Menos mal que ese tipo de encuentros los solían hacer en chalets, aunque de caerse el golpe dolería bastante.

La cámara de fotos le estorbaba bastante en su ascenso, pero era imprescindible en el logro de su objetivo. Sabía que levantaría ampollas si conseguía hacerse con la fotografía que buscaba, pero es que además esa foto quedaría bien en la pared de su cuarto.

Ya se estaba imaginando que cara pondrían los demás cuando se enterasen. Iban a flipar, al igual que había flipado ella en un primer momento… después no le había extrañado en absoluto, pues siempre había notado un rollito particular entre los que serían protagonistas de la fotografía.

Ya estaba a la altura de la ventana. Esperaba no haberse equivocado. Le habían dicho que siempre pedían la misma habitación, al igual que alguien que pide siempre lo mismo para beber. Y también le habían informado de que gustaban de tener descorridas las cortinas durante el encuentro… sería que eso aún los excitaba más.

Se situó bien en la parte naciente de la rama, la más gruesa, asegurándose de tener buen apoyo y comenzó a enfocar con el objetivo de la cámara. Allí estaban ellos. Era inevitable el no fijar la vista sobre sus personas. Tras la impresión inicial, a pesar de estar sobreaviso, pensó que la decoración de la habitación quedaría genial en la composición. El rojo predominaba, lo cual todavía confería más sordidez al asunto… y aquella cama redonda era un lujo para su ojo artístico.

variospies

Una sonrisa maliciosa cruzó su semblante mientras comenzaba a pulsar el disparador una y otra vez… era de lo más inspirador ver a Aspec, Gorio, Montse y Sonvak en plena orgía.

Próximo turno para: O – Aspective – Activo

10 comentarios

Archivado bajo Sonvak_

Tengo una oportunidad y me la puedo tirar…

por N – Sonvak – Activo

Capítulo Tropecientos

«Tengo una oportunidad y me la puedo tirar»… eso es lo que había pensado Aspec a tempranas horas del viernes, mientras se miraba en el espejo. Apenas había dormido esa noche, ocupado en imaginar cual podría ser el final de la esperada cena, sobre todo del esperado «tête a tête» con Montse.

Escogió con cuidado la ropa que daría lugar a un aspecto descuidado, casual. Realmente había que tener en cuenta hasta el más pequeño detalle para que pareciese que uno no se preocupaba por lo que se ponía.

*  *  *

Montse tampoco durmió bien aquella noche. No era cobarde y se enfrentaría a aquella conversación a solas con Aspec… pero ¡¡caray!! le preocupaban las consecuencias. Además en viernes noche… es que las conversaciones en viernes noche podían traer muchos problemas a remolque.

*  *  *

Sito daba vueltas en su cama. No le preocupaba el cursillo. A él también le preocupaba la cena de ese viernes noche. Al final de la misma pensaba hacer una petición… y ello lo tenía realmente «acojonadillo».

*  *  *

La que dormía plácidamente era Sonvak. Al fin y al cabo, había considerado que lo mejor era pasar del tema del admirador secreto, el cual tarde o temprano caería por su propio peso.

*  *  *

Probablemente, era la única que dormía plácidamente aquella noche… Sara le daba vueltas en la cabeza a la sensación que tenía de que últimamente en el Blogguercedario se cocían muchos «asuntillos». Carolina estaba preocupada porque determinadas fotos salieran a la luz. Dani se sentía inquieta por la revelación que había hecho Yuyi en la «Sala de los Cafés». Y tanto Gorio, como Unsinagawa y Mosko, maquinaban en sus cabezas estrategias para poner una muesca más en sus cinturones.

Capítulo Tropecientos Uno

Y allí estaban todos, sentados a lo largo de la mesa. Cenando tras un cursillo que había resultado ameno e interesante. El que más y el que menos, deseaba llegase la hora del postre, del pitillo, del café… incluso, ¿por qué no?, del bailoteo.

Sito ocupaba la cabecera de la mesa, custodiado a ambos lados por Aspec y Unsinagawa… El otro extremo de la mesa fue el escogido por Montse para sentarse, a su lado estaban Sonvak, Sara, Dani, Yuyi y Carolina. Mosko y Gorio enseguida se habían colado al lado de las chicas… ¿quizá para ir preparando terreno?.

Mientras cenaban, la conversación era intrascendental, salpicada de bromas y chistes. Las miradas se cruzaban. Sara, por ejemplo, miraba a uno y otro, encontrando sospechosos por todas partes. Carolina, una de las chicas cañón de la oficina (la verdad es que en la oficina todas las chicas están cañón) llevaba con humor los piques que le lanzaba Mosko.

Sin embargo, las miradas más encendidas eran las que recorrían el largo de la mesa. Montse, Aspec. Aspec, Montse.

Montse volvió a llenar su copa de vino.

-¿Haciendo acopio de fuerzas? -le preguntó Sonvak con una mirada maliciosa.

-Calla y come, querida, calla y come. Por cierto, ¿sabes?, acabo de darme cuenta de algo. Unsinagawa está mirando mucho hacia aquí.

-Normal… me imagino que se le hace más agradable estar mirando hacia las chicas que la cara de Sito y Aspec…

-Pues no, no es que mire para aquí en general… creo que está mirando a alguien en particular… de hecho, tengo la impresión de que a quien está mirando es a ti -Montse miró a Sonvak con una sonrisa irónica en su cara.

Sonvak alzó las cejas y miró hacia donde estaba Unsinagawa, el cual precisamente en ese momento miraba hacia ella. Sonvak apartó la mirada rapidamente y miró hacia Montse:

-¿Crees que puede ser él?

-Pues no sé que decirte… por lo que sé, es amante de la poesía, aunque me parece que es más atrevido… no, creo que no… no debe ser él -aseguró Montse descartando la idea.

En ese momento se oyó una carcajada proveniente de Aspec. Sito lo miraba entre serio y picado.

-Pues no sé qué te hace tanta gracia.

-Me hace gracia verte tan pillado, hasta el extremo de hacer lo que estás pensando hacer.

-Pues a mi me parece buena idea. Si esa chica lo tiene tan pillado ¿por qué no?. Hay que aprovechar el momento, el lugar, y zambullirse a fondo en lo que uno siente -el que hablaba era Unsinagawa.

-Yo sigo pensando que es una locura -dijo Aspec- le das demasiado poder a una mujer a partir del momento en que la haces conocedora de tus sentimientos.

Los camareros ya estaban sirviendo el postre, cafés para los que así lo deseaban y dejaban bebidas a lo largo de la mesa. De fondo comenzó a sonar la música, y el rincón dispuesto para bailar se iluminó adecuadamente.

Más de un@ se levantó para salir a la terraza a fumar. Entre ell@s, Montse y Sonvak:

-La verdad es que este sitio es precioso. Sito no podía haber escogido mejor -la que hablaba era Montse.

De la terraza bajaban unas escaleras que se perdían en un jardín laberíntico, sutilmente iluminado.

-¿Estás pensando en perderte por ese jardín para que cierta persona no te encuentre?… Eso no sería propio de ti -Sonvak se volvió mientras hablaba para mirar hacia el interior. Aspec y Unsinagawa se acercaban hacia ellas.

-Me parece que el momento se acerca por la retaguardia…

Montse la miró y siguió la dirección de su mirada. Lo primero que pensó fue que no había bebido lo suficiente, probablemente necesitaba otra copa de cava. Pero Aspec no fue el que habló, sino Unsinagawa.

-A mi compañero y a mi nos complacería mucho que tan bellas damas nos concediesen un baile -Unsinagawa tendía su mano hacia Sonvak. Aspec miraba a Montse enigmáticamente.

-Pues la verdad es que a mi en este momento no me apetece bailar -Montse miraba a Aspec desafiante.

-¿Y si dejamos lo de bailar para más tarde y primero nos tomamos una copa?… Para mi un Absolut Mandarín con naranja y para Montse lo mismo pero con limón. Muchas gracias, caballeros -y con una sonrisa, Sonvak se quedó mirando a Aspec, preguntándose si este se dejaría llevar o iría a por lo que quería sin más.

Aspec se inclinó burlonamente y respondió:

-Cómo no? para nosotros será un placer el servirlas. Vamos -le dijo a Unsinagawa. Mientras caminaban hacia las bebidas pensaba para si que en justa venganza cargaría bien de vodka sendas bebidas.

Así como atravesaban las puertas de la terraza se cruzaron con Gorio que salía.

Mientras encendía un pitillo se apoyó de espaldas en la barandilla, al lado de Sonvak y Montse.

-No me digais que no os gusta mover el esqueleto. Están poniendo una música muy buena, la verdad.

-Estamos haciendo tiempo antes de meternos de lleno en la «locura nocturna» -respondió Sonvak con una sonrisa.

-Pues cuando te decidas, avísame, me encantaría bailar contigo.

-Muy bien, no te preocupes… te avisaré -Sonvak miró hacia Montse- ¿y si damos una vuelta por el jardín?.

-Encantada

Y ambas enfilaron escaleras abajo:

-Parece que hay otro posible sospechoso -comentó Montse.

-Ya… por sospechosos que no sea.

-¿Estais intentando escapar? -era la voz de Aspec a sus espaldas.

Ambas se volvieron a la vez. Allí estaban los dos, cada uno portando dos copas. Unsinagawa le tendió una a Sonvak. Aspec le ofreció otra a Montse. Montse se la quedó mirando sospechosamente, como si pudiese contener veneno y miró a Aspec fijamente.

-La verdad es que habeis tenido buena idea… apetece un paseo por este enorme jardín en el que uno podría perderse y no ser encontrado -Aspec miraba a Montse mientras hablaba, la sujetó a la altura del codo -os acompañaremos por si os perdeis.

-Me parece una estupenda idea -secundó Unsinagawa, asiendo a su vez a Sonvak del brazo.

-Oh!! qué galantes!! preocuparos así por nuestra seguridad -dijo Sonvak con toda la ironía del mundo.

-No seas mala Sonvak, realmente nos preocupa vuestra seguridad -contestó Unsinagawa.

– Querido Unsinagawa… ser mala es lo que mejor hago -y le dedicó una sonrisa, supuestamente, de lo más inocente.

Montse elevó los ojos al cielo, ¡¡Dios mío!! la noche que la esperaba…

Tras un rato caminando en silencio, Aspec le dijo a Montse:

-Creo que me debes una conversación a solas.

Evidentemente, tal afirmación en medio de un silencioso jardín, fue oída por Unsinagawa.

-Por mi no hay problemas en dejaros a solas. De hecho, para mi será un placer entretener a Sonvak mientras vosotros teneis tal conversación.

-¿Entretenerme?… pero mira que podeis ser arrogantes los hombres. Querido, yo perfectamente me entretengo sola. Otra cosa es que puedas ser tú el que no sepas entretenerte solo -y sonrío mordazmente Sonvak.

-Si me das a escoger entre entretenerme solo o entretenerme contigo y con esa lengua afilada que tienes, creo que la decisión está clara…

Tal afirmación fue interrumpida por Aspec:

-¿Qué tal si seguís la conversación por aquel sendero de allí?… Yo tendré mi conversación a solas con Montse por este sendero de aquí… y cuando terminemos nos encontramos dentro…

Y sin más, acompañado de la suerte de que Montse no daba reaccionado, desvió sus pasos hacia el sendero que había mencionado.

-Muy bien… cuanto antes empecemos a hablar, antes acabaremos… así que, dime todo lo que tengas que decir, de una santa vez… -Montse se había apartado, retirando el brazo del contacto de la mano de Aspec, y lo miraba directamente a los ojos, decidida a coger al toro por los cuernos.

Aspec la contemplaba, pensativamente, mientras daba un sorbo a su copa.

-¿Se puede saber por qué te caigo tan mal? -realmente deseaba saber el motivo de la mala disposición de ella hacia él.

-¿Por qué me caes mal? -Montse estaba sorprendida con aquella pregunta- Pues… no es exactamente que me caigas mal… es que me sacas de quicio.

-Vale, pues ¿por qué te saco de quicio?… ¿Por qué el atacarme contínuamente? ¿Algún problema con los hombres en general que me estás haciendo pagar a mi en particular?

-Qué prepotencia la tuya!! El problema tiene que ser con los hombres en general ¿no? porque claro, te resulta difícil aceptar que una mujer pueda no caer rendida a tus «adorables» pies, ja -y Montse dió un sorbo a su copa, excesivamente cargada de vodka, pensó.

Aspec la estudiaba mientras ella hablaba. Daba vueltas en la cabeza a como enfocar aquella situación. A como hacer cambiar de parecer a aquella hembra tan terca, que no quería admitir que la atracción que existía entre ambos era real.

-Me rindo -dijo sin más.

-¿Te rindes? -preguntó Montse- ¿Qué quieres decir?

Aspec había decidido modificar su estrategia.

-Pues eso, que me rindo. Tú ganas. Tú tienes razón. ¿Eso te hace feliz?

Montse se quedó mirándolo desconcertada. Miró el vaso. Volvió a mirarlo a él:

-¿Es que me has puesto algo en la bebida y por eso no me estoy enterando de nada?

Aspec se rió por lo bajo. No lo pudo evitar. Realmente se la veía desconcertada.

-¿Qué esperabas que dijese?, ¿esperabas qué me mostrase enfadado contigo?, ¿deseoso de venganza?… -la miraba a los ojos mientras hablaba- No voy a negar que al principio, sí lo estaba. Y sí, también deseaba venganza. Pero la verdad es que ya no estoy enfadado ni tampoco deseo venganza. Ahora mismo, lo único que deseo es conocerte mejor. Desde luego, has despertado en mi mucha curiosidad.

Montse era totalmente consciente de su voz seductora, incluso de la forma en que la estaba mirando. También era consciente de que el alcohol estaba haciendo sus efectos. La noche lucía espléndida, con una preciosa luna llena en lo alto del cielo. El jardín desprendía aromas que lo envolvían a uno. Y él estaba allí, ambos en la semipenumbra… Resultaba atrayente aquella nueva faceta amable.

-Me parece muy interesante todo lo que has dicho… pero, dime una cosa… ¿se supone que es ahora cuando yo caigo rendida a tus pies?. Dime, ¿crees que no soy lo suficiente inteligente como para darme cuenta de tus intenciones? -se acercó un poco más a él- ¿Te has propuesto utilizarme como a todas las demás? ¿tal y como decías en la famosa frase que ha provocado todo esto? -su rostro estaba a escasos centímetros del de Aspec- ¿todavía no has aprendido la lección?…

«Aspec, contrólate«… pensó para si. Ella estaba buscando provocar otro enfado para que él se ganase otra bofetada o Dios sabe qué…

-Te aseguro una cosa. Nunca he dudado de que seas una mujer inteligente -intentaba no dejarse llevar por la escasa distancia que separaba sus rostros- Y no estoy pensando en utilizarte, como dices tú, pero no voy a negarte que en este momento te deseo más de lo que he deseado a mujer alguna en mi vida. Y te aseguro que estoy haciendo uso de todo mi control para no besarte ahora mismo.

Y sí, Montse no esperaba tal respuesta, ni esperaba que esa respuesta fuese pronunciada con una pasión tan contenida. La mirada de ella bajó hacia los labios de él. ¿Tan malo sería caer en aquella tentación?.

-Si sigues mirándome así te aseguro que no respondo de mis actos -las palabras pronunciadas por Aspec parecían no haber llegado a destino, pues Montse no apartaba la mirada. Se sentía incapaz de apartar la mirada.

Conste que Montse era alta, y llevaba tacones, aún así tuvo que ponerse de puntillas para besar a Aspec. Y lo hizo a pesar de ser consciente de que al día siguiente probablemente se arrepentiría de haber dado aquel paso.

Enlazó sus manos tras la nuca de él para acercarlo… aunque Aspec ya le salía al encuentro. Y el tiempo dejó de existir. Aspec la apretó fuerte contra sí, devorando su boca y siendo respondido con igual ansia. No se podía saber quien ansiaba más, quien buscaba más. La fuerza de la pasión que sentían era arrasadora, insaciable. Los besos no calmaban el hambre sino que la acentuaban.

El mullido césped acogió sus cuerpos enlazados en la danza más primitiva. Ambos no querían ceder. Luchaban por hacerse con el otro. Por poseerlo. Sus cuerpos se desnudaban con celeridad, necesitando un contacto más íntimo. Las manos de Montse recorrían el pecho de Aspec entre caricias y arañazos provocados por la pasión, mientras la piel de Aspec ardía bajo el contacto. Aspec la besaba en el cuello, la mordía, mientras sus manos se deshacían con habilidad del cierre del vestido. Notó como las manos de Montse desabrochaban el cinturón y a continuación los botones de sus vaqueros. Y su respiración se entrecortó cuando notó la firmeza de sus dedos acariciando su miembro, apretándolo… volviéndolo loco.

No supo como, pero se encontró con ella encima, montándolo. Sintió que era ella quien lo poseía. Sus movimientos lo volvían loco y lo último que quería era perder el control; no con ella. La agarró del cuello para poder devorar su boca, intentando tomar las riendas de la situación que sentía se le iba de las manos. Ella lo echó hacia atrás, mientras se estiraba para conseguir una penetración más profunda. Sus caderas giraban, atormentándolo. El cabello de ella rozaba sus muslos en una caricia enervante, mientras el arco de su cuello le parecía la mayor de las tentaciones. Notó como los músculos de ella comenzaban a apretarlo en espasmódicos movimientos que sin remedio lo llevaron al mejor orgasmo de su vida.

Próximo turno: M – Daniela – Activo

24 comentarios

Archivado bajo Sonvak_