Soy incapaz de vivir sin esta ilusión, sin la ilusión de ver en directo los grupos que me acompañana en mi día a día, y ayer en Santiago vi por fin a uno de ellos:
20:00 PM – Duchado y vestido de forma informal me dispongo a recoger a mis amigos. Destino: la monumental plaza de la Quintana en Santiago de Compostela, plaza sita en la parte de atrás de la mítica catedral y en la que nos reunimos más de 5.000 personas entregadas a una causa, la devoción por Vetusta Morla.
22:00 PM – Tras varias paradas en el camino, necesidades básicas, algo de cerveza y un break de sangría, «estamos de concierto – todo vale» y recogida de dos entradas, estamos preparados para acceder al recinto pero oh! sorpresa! nos acabamos de dar cuenta que vamos muy justos de tiempo, a las 22 h. empieza el concierto, la apertura de puertas fue a las 20 h. hay que apurar!!!
22:10 PM – Llegamos a la Plaza de la Quintana, unos problemas de sonido de última hora se han aliado con nosotros y nos da tiempo a encontrar a más amigos y a pedir consumiciones en unas abarrotadas barras y muy mal gestionadas.
22:20 PM – Comienza el concierto. «Los días raros», primer tema del último álbum es la seleccionada para romper el hielo. Una canción maravillosa que va de menos a más. Está claro que Vetusta tiene ese tacto para saber meterse a las masas en el bolsillo. Introduce una suave y leve melodía acompañada de una sutil voz poco a poco hasta que de repente la gente se ve enganchada con la primera canción sin darse cuenta. Impresionante!!!
Concierto – El vello de los brazos actúa de indicador de los momentos más emocionantes, es muy grande ver a más de cinco mil personas cantando las canciones enteras una tras otra, incluidas las del último álbum que todavía es muy reciente, y las letras de este grupo son pura poesía, no tienen nada que envidiar al malogrado Antonio Vega, en otro estilo pero igual de trabajadas y talentosas y no son precisamente fáciles de retener en la memoria, por ello todo tiene todavía mayor mérito.
Hay varios momentos claves, con los temas más conocidos del último disco y alguno muy sentimental del primero, pero el éxtasis del concierto lo vivimos con los éxitos encadenados del primer disco que disparan la emoción y los físicos al cielo de la Quintana completamente estrellado en una noche mágica donde todo confluye en un punto de unión. Se percibe en el ambiente ese buen rollo que tienen los grupos con fans tan devotos, con solo estar presentes en el escenario provocan una concordia popular que se refleja en la actitud y rostros de toda la gente.
Y son músicos humildes, de los que no pierden el tiempo con derechos de autor y guerras perdidas de antemano contra la piratería. Ellos, repito, son músicos, de esos que disfrutan encima del escenario y de los que sienten una profunda necesidad en cada concierto de agradecer a sus fans que a través de su fidelidad en todas sus actuaciones permitan que ellos mejoren y puedan vivir de su pasión, LA MÚSICA.
Final del concierto – Tres veces han pedido que vuelvan a salir y tres veces han salido. Una de ellas tocando un acústico en el que el carismático Pucho (voz Vetusta) fue bombardeado por unos ruidosos fuegos artificiales que nadie sabe quien ordenó y que no dejó de ser más que una anécdota muy bien resuelta por el genial cantante.
En la parte final tocaron la mítica «saharabbey road», canción de la que se extrae el grito de guerra de los conciertos de vetusta, en los que hombres y mujeres simultanean un grito lolístico que si bien parece que se va a convertir en un cántico de fútbol (para el que nunca lo ha oído), se torna en un tributo y llamada al grupo para que vuelva al escenario, al tiempo que la suavidad de las voces femeninas lo hace ciento cuentamil veces más agradable que cualquier grito futbolero.
Finalizado el concierto, todo el grupo con el escenario iluminado entrelaza sus manos y saludan al público irradiando humildad y agradecimiento. Son grandes, muy grandes en todo lo que hacen, y sobre todo son músicos!!!!! Por supuesto fueron despedidos con una ovación prolongada y los coros de Saharabbey. Gracias Vetusta!!!
Un consejo, yo le daría una oportunidad a este grupo, Vetusta son demasiado buenos para atraparte la primera vez que escuchas una canción de ellos, tienes que darles una oportunidad a todas y cada una de sus canciones porque hasta la cuarta o quinta vez que las escuchas no empiezas a ver la evolución de la misma, y esa evolución, ya nunca retrocede, cada vez te gustan más y más y cuando por fin los ves en concierto, constatas que se trata de un grupo que marcará una época junto a la genial generación de grupos que disfrutamos hoy en día en España.