Archivo diario: 9 noviembre 2009

Un día en TU vida

Por Sara

El despertador suena a las 8, vas directo a la ducha. Escoges del armario la ropa: unos vaqueros y una camiseta azul ancha. Te enfundas los tenis y desayunas mientras haces un repaso a la prensa por Internet. Sales de casa y bajas en el ascensor hasta el garaje. Montas en el coche y te diriges al trabajo. A media mañana sales con tus compañeros a tomar un café. A la hora del almuerzo quedas con tu chica para comer juntos. Parece que algunos os (te) miran por la calle, pero haces caso omiso. Disfrutas del momento y vuelves al trabajo.

Cuando acaba tu jornada laboral, vas al gimnasio y después te vas con unos colegas de cañas a echaros unas risas. Como es viernes, (por ejemplo), por la noche, cenita romántica con tu pareja y una sesión de cine. Os encontráis con unos amigos en común y vais a bailar a una discoteca, hasta que cierra. Como tu casa queda lejos y no puedes coger el coche porque has bebido un par de copas, uno de tus amigos te ofrece las llaves de su apartamento para que te quedes a dormir. Aceptas, tu novia te acompaña. Llegáis a la dirección señalada. A duras penas entras en el portal.  Buscas el ascensor y no hay, a pesar de que tienes que subir hasta el cuarto piso. Es entonces cuando te acuerdas de ese accidente que te dejó en una silla de ruedas.

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Un día en mi vida.

Gorio

Levantarme a las seis de la mañana, asearme, vestirme , desayunar. Montar en la moto y salir hacia el trabajo en un astillero.

Llego y me cambio, me enfundo. Salgo de las taquillas, son las siete. Camino unos cien metros por el muelle hasta llegar a la pasarela de subida. Subo a bordo, en la 2ª cubierta, mi destino es la sala de máquinas, dos bodegas más abajo.

Voy saludando a los compañeros mientras me dirijo hasta que llego al sitio donde me toca trabajar, normalmente conectaré algún cuadro o pasaremos líneas, no lo se.

Llegan las diez y salgo del buque para ir a comer el bocadillo junto con la gente con la que tengo más confianza, en veinte minutos más o menos.

Vuelvo a bordo y sigo con mis tareas, si no pienso en otra cosa, las dos y media  llegan enseguida. Recojo la herramienta y cubro la hoja de trabajo, con las horas normales y las tres de extra que hago todos los dias.

Ya estoy en el vestuario otra vez, me cambio de nuevo y a las tres en punto salgo por la puerta del astillero, en la moto ya de camino a casa.  En una hora he de ir, comer y  volver.

A las cuatro, de nuevo  a bordo. A las siete acabo la jornada. Ya más tranquilo y relajado, pero cansado, me monto en mi preciosa moto y para casa. Una buena ducha, un poco de internet, la maravillosa compañia de l@s mí@s y para cama.

Así es un día en mi vida, un día de la semana claro, porque el fin de semana es otra cosa.., jejeje!!

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