Sigo aprovechando las frases para crear escenas que solo tenía resumidas en dos o tres líneas… pero que se prestan a ello:
Año 2018, al final de una larga y dura crisis económica.
Salón de juntas de Soft Security.
– Llego la hora – manifestó Javier Sanz, el presidente de industrias Soft Security – que nosotros decidamos. Los políticos solo saben enredar las cosas.
– ¿Crees que podemos – preguntó Mario Burgunda – presidente de la corporación Burgunda – hacer algo? El pueblo está manipulado por los partidos.
– Por eso debemos prescindir de ellos. He preparado todo pero necesito financiación… mucha financiación, por eso están ustedes aquí.
– Antes de decirnos lo que quieres tendrás que decirnos lo que ofreces.
– Los grupos catalanistas y socialistas están más activos que nunca… pero son pocos. Gracias a la manipulación de las televisiones públicas, de este gobierno de derechas pero débil, sobreviven. También con el apoyo de algunas probadas… todos sabemos de qué grupo que hizo millonario con la dictadura de hace cien años… Pero el resto de cadenas privadas, al menos en el ámbito de esta comunidad, nos unimos para defender nuestros intereses… y el plural de primera persona no es mayestático ya que Soft Security dispone de dos cadenas.
– Lo sabemos… continua – pidió el presidente de la corporación bancaria creada al amparo del gobierno autónomo anterior -, por favor.
– El cambio de gobierno, entre acusaciones de vendidos y de pucherazo ha provocado que, por primera vez, los grupos localistas estén tan virulentos, o más, que durante la transición… si a esto unimos el creciente río de inmigrantes magrebíes, enviados desde el norte para desplazar a los sudamericanos, que si están bien integrados… tenemos un coctel social explosivo al que solo falta aplicar una cerilla en forma de armas y organización…
– Y para eso hace falta dinero… – remarcó otro de los presentes.
– La organización – prosiguió Sanz – ya esta aplicada… para las armas necesitamos el dinero. Hay cuatro barcos, en el puerto, llenos de armas cortas, de pequeño calibre, traídas como material y herramientas agrícolas. Solo necesito cinco millones de Euros para pagarlas y descargarlas… y otros dos para los tres barcos con material antidisturbios (y las horas extra que habrá que pagar) que distribuiremos entre Soft Security, Tambur Security y Salman Security, para reinstaurar el orden…
– ¿Y Levantina, Prosegur y el resto de compañías?
– Esas no contratan mercenarios… salvo Levantina. Ellos tienen contratado la protección de determinados edificios y más nos vale que cumplan… por lo demás nonos interesa meterlos en el asunto… o al menos, dadas las implicaciones políticas no en nuestro bando.
– ¿Y Luego?
– Cuando la multitud se haya desahogado… Valencia no tendrá gobierno y nosotros actuaremos para salvar el territorio. Una vez reinstaurado el orden nuestras tres compañías… y los mercenarios que traeremos de África, con diez millones de euros, nos garantizan que el débil gobierno español aceptará nuestras condiciones… Y si no, marcharemos sobre Madrid.
Turno para : K – Alejandro Marticorena – Activo
Salta turno a: M – Daniela – Activo