– No me encuentro bien, me siento presionado en este sin vivir.
– ¿Por qué?
– No lo sé, pero no puedo más. Cuando estoy muy cerca me quedo pegado a ella y me cuesta mucho despegarme.
– ¿Y es malo?
– Al principio pensaba que no, pero nada más pensar que…
– ¿Qué? ¿qué? ¡qué!
– Que si no estoy junto a ella puede venir alguien más.
– ¿Inseguridad?
– No, no, es algo físico.
– ¿Fisiológico?
– No, no, físico.
– ¿No hay nada que te alivie?
– No. Me reconcome por dentro. Cuando me alejo un poco de ella todo cambia, no es lo mismo.
– ¿Qué cambia?
– No puedo volver a estar junto a ella tan cerca como antes. Me siento despegado de ella.
– ¿Y te pasa mucho?
– Desde que tengo uso.
– ¿Y mejora con el tiempo?
– Me temo que no.
– ¡Celos, celos y más celos! ¡siempre igual! volved a vuestra cola, estáis en la de pegamento de cola.
jajajajajajajajajajajajaja… ingenioso, me ha gustado. Besos.
tiene que ser terrible ser celoso, menos mal que yo no lo soy, quiero decir, no lo soy de manera irracional, por supuesto que si me dan motivos evidentes… pero tener esa desconfianza continua y ese temor a la traición tiene que ser terrible, buen post Apaxito
Bueno, a mi me pasa lo mismo si no estoy al lado de mi pareja, pero no es por celos , sino por que la echo mucho de menos, es parte de mi…
Un post muy bueno..
Saludos