Con motivo de la medida que pretende, muy coherentemente, aplicar Feijoó en Galicia rescato un escrito que publiqué en un periódico hace muchos meses. Se trata de la obligación que existía en Galicia hasta ahora de realizar los estudios en gallego y que Feijoó quiere cambiar y ofrecer la libre elección de los DOS idiomas oficiales que existen en Galicia. Medida que ha causado un «terremoto» entre los galleguistas y que no logro entender como se puede ser tan fanático y tremendista a la vez que antidemocrático y con todo el respeto, un poco limitados. Yo siento mis raíces como nadie, y eso no quiere decir que me encierre y me limite con fronteras, me considero tan coruñés como el que más, tan gallego como el que más, tan español como el que más, tan europeo como el que más y en definitiva tan humano como cualquiera. El escrito fue consecuencia de un tremendo cabreo que me cogí cuando vi lo mal que lo pasaba una niña para realizar los deberes en gallego…
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«Con perdón pero no encuentro otra palabra para describir la MIERDA de democracia que existe hoy en día en Galicia. Y me refiero con ello a que los estudiantes no tengan derecho a escoger la lengua en la que desean estudiar, y hoy por hoy se les esté obligando a realizar los estudios en gallego. Qué tipo de democracia obliga a alguien a estudiar en un idioma que no quiere si tenemos dos idiomas perfectamente oficiales. Y me tacharán de antigallego, pero haber con qué argumentos viene alguien a decirme que yo soy menos gallego que otro porque prefiero expresarme en castellano, y que mis hijos estudien también en castellano.
Ya puestos a imponer cosas, preferiría que obligasen a mis hijos a estudiar en inglés, pues les abriría muchas más posibilidades de futuro, como poder multiplicar la información de internet por un millón, como poder viajar a cualquier país sin hacer continuamente aspavientos para hacerte entender, como mil ejemplos que se me ocurren.
Seamos realistas, es muy bonito promover el gallego porque es el idioma de nuestra pequeña Galicia, pero solo es eso, bonito. Por lo tanto no obliguen a la juventud a hacer un triple esfuerzo si no es voluntariamente y dejen que sean ellos los que elijan en que idioma se sienten más desenvueltos para adquirir una formación sólida y sin trabas. Porque que se creen que le están enseñando a un estudiante que no se siente cómodo con el gallego obligándolo a estudiar en gallego, valores democráticos? por favor un poco de coherencia…»