Aún recuerdo los tiempos en que mi madre iba cargada con su carro y una bolsa de lona o rafia al ultramarinos o al «super», Consum o Mercadona, y tras comprar guardaba la compra en dichos medios.
Eran tiempos que en los entornos de Valencia solo existían dos hipermercados, cuyas marcas hoy día no perviven. Una Continente, porque ha sido absorbida y otra, Pryca, porque en el momento, o algo después, que los agricultores franceses dejaron de quemar camiones españoles y Cafrrefour de temer las represalias que ello les pudiera atraer volvió a usar su marca nativa.
Y fueron, según mi experiencia, estas dos grandes superficies las primeras que, en una agresiva campaña comercial, empezaron a suministrar a los clientes bolsas de plástico, con el fin de destacarse y, decían las malas lenguas de llevar su logo a todos los lugares, hacer la compra más fácil.
Tan fácil que otros, después les siguieron y ya es raro, y generalmente mal mirado por los consumidores, aquel comercio que no suministra bolsas o, que suministrándolas, las cobra.
Pero soplan nuevos vientos y estamos en crisis… y una de las formas de recaudar dinero que ha encontrado este gobierno, para ellos, sus adláteres o afines, son los canon… canon por copiar, pero también canon por ensuciar. Y así por cualquier objeto de envase, de plástico, lata o cristal, hemos pasado, silenciosamente, a pagar un canon de reciclaje (¡y luego dicen que es gratuito!) con independencia de si reciclamos o lo tiramos a la basura, que también nos cobran por retirarla los ayuntamientos.
Este canon, que te cobran con el producto, cuando te lo cobran, se asumió por la mayoría de los comerciantes en el caso de las bolsas de plástico, que no te cobran.
Hoy día asistimos a una curiosa campaña, tratando de concienciar al consumidor, como si este fuera el culpable, contra el uso de las bolsas de plástico por aquellos mismos que, hace años nos las impusieron. Ignoro… aunque quiero pensar que no, si lo hacen para obtener alguna subvención que salga de nuestros impuestos. Pienso que lo hacen para ahorrarse el canon, que tienen que pagar por las bolsas que suministran. Y aunque la idea este bien se les echa de menos un reconocimiento de su error en aquellos tiempos que nos impusieron el uso de las bolsas de plástico.
Pero lo más triste del caso es que todos aquellos que hace años tuvieron que cambiar y asumir un coste por la moda que ellos nos impusieron hoy día tendrán que volver a ir detrás… o seguir asumiendo el coste que ellos se van a ahorrar…
Como dijo Marx: Que se pare el mundo que yo me bajo.