A veces consigo darle esquinazo y me escapo como gata de nadie por los tejados de mi ciudad a arañar madrugadas, y me entrego ciega y desbocada a quien le toque, o sin más me toque con la varita mágica del enamoramiento, y me regale una mirada de esperanza lacada con brillo de deseo que me haga olvidarme de él por un instante.
Archivo diario: 2 octubre 2009
Me da miedo…
A veces consigo darle esquinazo y me escapo como gata de nadie por los tejados de mi ciudad a arañar madrugadas, y me entrego ciega y desbocada a quien le toque, o sin más me toque con la varita mágica del enamoramiento, y me regale una mirada de esperanza lacada con brillo de deseo que me haga olvidarme de él por un instante.
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Carta a mi hermano…
Queridísimo Carlos:
Esta semana en el Blogguercedario nos ha tocado por tema «Me da miedo«.
Ya sabes que habitualmente no tengo problemas para inventarme lo que sea sobre lo que toque, sin embargo esta vez es distinto, me siento bloqueada. Me imagino que lo que me bloquea es aquello que me da miedo.
Cuando toco un tema tengo dos opciones: ser realista o largarme por los cerros de Úbeda. Normalmente mis preferencias se decantan por aquello que se aleja de lo real, y me imagino que tú ya sabes el por qué. Sin embargo, esta vez, el tema provoca que me resulte difícil evadirme de la realidad… esa realidad que me da miedo.
Al ver el tema que tocaba, Me da miedo, automáticamente en mi cabeza apareciste tú, pues tristemente representas aquello que me atenaza el corazón a causa del sufrimiento.
Intento recordar los buenos momentos, aquellos en los que tú aún estabas presente, pero cuando lo hago me cae encima el peso de tu ausencia.
Te busco en todo lo que me rodea y a veces hasta tengo la sensación de sentirte en el aire, abrazándome… recordándome que sigues aquí, que de alguna manera sigues aquí, a mi lado, velando para que si me caigo pueda volverme a levantar.
Las dichosas lágrimas no me dejan ver bien la pantalla del ordenador mientras te escribo esta carta. Estas lágrimas nunca dejarán de brotar… pero no te preocupes, esconden un secreto. ¿Cúal?. De cada una de esas lágrimas ha brotado una flor para ti. Ahora, en mi corazón, hay un jardín inmenso que te está reservado.
De hecho, creo que voy ahorita mismo a darme un paseo por ese jardín, con la mejor de las compañías, la tuya…
Con todo mi amor…
SONVAK
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