Archivo diario: 3 febrero 2009

¡¡¡9 horas perdidas por un mamarracho!!!

Hay cosas que se detienen. Los coches se detienen, el viento se detiene, incluso las vidas se detienen. Pero lo que nunca deja de marchar es el tiempo, por eso dicen que es un tesoro y debemos saber valorarlo.

dali

El tiempo se aprovecha y se emplea. Pero el tiempo también se puede perder, y hasta te lo pueden robar. La sensación que ambas situaciones te dejan es bastante desesperante, y hay personas que parece que se dedican exclusivamente a robar el tiempo a los demás.

clock_spiralPor ejemplo, hacer un largo viaje en tren para ver a tu chico y darle una sorpresa, y la sorpresa llevártela tú al descubrir que te ha puesto los cuernos. Entonces dices: «¡¡¡9 horas perdidas por un mamarracho!!!» Y te planteas una duda: «¿El tiempo me lo ha robado él, o lo he perdido yo?» Ahí puedes caer en un círculo vicioso de pérdida de tiempo, volviendo por donde has venido tirando a la basura otras 9 horas, o ver el vaso medio lleno y decidir aprovechar el viaje. «Ya que estamos…»

Haces turismo, conoces una nueva ciudad, e incluso tienes tiempo para una dulce venganza. Pongo como ejemplo Barcelona, que está a 9 horas de donde vivo, y además aún no he estado nunca, y así me doy una vueltita. Paseo por la playa, recorro las ramblas, admiro la Sagrada Familia y el Parque Güell, además de visitar la Casa Batló con sus líneas curvas, un edificio que siempre quise conocer.

LaPedrera 

Tras hacerme con la ciudad, me cruzo ‘accidentalmente’ en el camino de mi chico y su nueva acompañante. La cara de él no tiene desperdicio, le planto un morreo, y entonces la cara que no tiene desperdicio es la de ella, cuya mirada asesina se clava en semejante mamarracho. Entonces me voy con una sonrisa, y con el maravilloso sabor de la venganza.

Me ha encantado Barcelona, un placer emplear aquí mi tiempo para vosotros.

Próximo turno para: R – Ariel Shinigami – Activo

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Archivado bajo Q - Sara - Activo