Archivo mensual: diciembre 2008

Parón navideño

El Blogguercedario está de vacaciones. El turno lo tiene Aguaya y la frase «he cantado el gordo«. El día 3 retomamos el pulso y comenzamos la 7ª ronda.

En compensación te dejamos un clásico navideño de Gomaespuma, que es posible que ya conozcas pero que siempre te ríes al volverlo e escuchar:

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Decisiones para Navidad – Del 24 Dic al 2 Ene

Hola a todos,

Ya estamos en la semana grande de la Navidad. Lo primero comentaros que estamos muy cerquita de llegar a nuestro artículo nº 100, como pasa el tiempo o que rápido escribís.

Lo segundo agradeceros por enésima vez que participéis en un proyecto que podéis considerar tan vuestro como mío o de las administradoras. Quiero que sintáis en todo momento que cualquier cosa que penséis es susceptible de ser planteada, analizada y cambiada entre todos. Quiero que cuando habléis de El Blogguercedario sea en primera persona de plural.

Lo tercero comentaros que del día 24 de Diciembre al 2 de Enero voy a plantear un parón si lo veis oportuno, de hecho voy a publicar una encuesta para que durante el dí de hoy Lunes contestéis que os parece mejor, si parar estos días o seguir publicando aunque haya muchos saltos de turnos.

Lo cuarto comentaros que en la encuesta de Cada cuanto cambiamos el orden de publicación de las letras, ha salido un empate entre 10 rondas y 15 rondas. Así que si os parece bien a todos, lo vamos a hacer según el tiempo que tengamos, quiero decir, como es algo que debo hacer yo o un administrador, en el momento en que cumplamos 10 rondas y con límte 15 rondas, en cualquiera de ellas haremos el reordenamiento, en la que nos veamos con más tiempo libre, así unas veces podrá ser tras 10 rondas, otras tras 11, 12, 13, 14 o incluso 15.

Por último, desearos Felicies Fiestas y un feliz entrada de año 2009. Y os dejo dos sms que recopilé en mi blog y que me han gustado mucho, el primero dedicado al Comando G:

«La policia ha detenido a 5 miembros de alqaeda, identificados como: Albajad Mamad, Alagachad Meted, Almeted Menead, Alakabad Sakad, Alsakad Sakudi. Feliz Año!!!»

Y el segundo, es una obra maestra que muestra que siempre hay recursos y alternativas jajaja:

«Crecen los años, mengua la vida. Crecen las cejas, mengua la vista. Crecen los huevos, mengua la picha, pero cuando la picha mengua, crece la lengua y sigue la dicha! FELIZ 2009!!!»

 

Feliz Navidad

 

 

 

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¿Qué hago con el bombo?

Estoy nerviosa, y un nudo en el estómago no me deja dormir. No son horas para que una niña de 9 años como yo esté aún despierta, pero no lo puedo remediar. Mañana es el gran día, al igual que todos mis compañeros, tendré que madrugar para estar puntual a las 7 en la residencia y ponernos los trajes, para hacer el último ensayo antes del espectáculo final.

Sé que soy muy afortunada, ya que sólo 36 niños hemos sido los elegidos para convertirnos en el centro de atención de un país entero durante unas horas…

– – – – – – – –

Creo que he dormido apenas 2 horas, pero salto de la cama como un resorte. Una vez en la residencia, todos mis compañeros me transmiten sus nervios, enfundados en sus trajecitos negros. Algunos ya son veteranos, y saben perfectamente lo que tienen que hacer ante la multitud que se congrega en la sala con la ilusión de ser el agraciado con el número ganador del sorteo de la Lotería.

Pero para mí es la primera vez, y me vienen de repente un montón de miedos y dudas. ¿Y si no sale la bola? ¿Qué hago con el bombo? ¿Y si el sonido falla y no se me oye? ¡Qué nervios!

bombos

Llega mi turno y me planto con aplomo delante de la cámara. Los bombos giran y giran a mi espalda, y voy leyendo número tras número. 39574, 48471, 50384… 74094… y de repente todos los presentes en la sala se ponen en pie al escuchar a mi compañero cantar: TRES MILLONEEEEES de EEEEEUROOOOOS!!!

Sí, señores, he cantado el gordo.

 R- Ariel Shinigami – Activo salta turno a:

V – Aguaya – Activo salta turno a:

A – Codeblue – Activo

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¿Tendré que divorciarme si se entera?

¿Tendré que divorciarme si se entera? Pues realmente no lo sé pero el tiempo lo dirá, y muy pronto, porque hay cosas que corren como bólidos aunque preferiría que fueran a paso de tortuga.

Llevábamos mucho tiempo casados y, que nuestros hijos no se parecieran a él, tampoco fue algo que le extrañara. El era tirando a horrible y los chicos eran preciosos, así que mirando fotos antiguas, no me costó trabajo convencerle que un tatarabuelo suyo era un «Rodolfo Valentino» en potencia y esencia, por lo tanto, qué mejor que los chicos hubieran heredado aquel gen familiar.

En carácter, tampoco se parecían ni dormidos. El era algo taciturno y bastante previsible, pero por encima de todo, vivía por y para nosotros. Nunca hubo nada grave que me hiciera replantearme nuestro matrimonio. Los chicos, además de guapos y buenas personas, eran auténticos «cascabeles» que habían colmado de alegría nuestro hogar.

Pero aquel hogar tenía un componente más aunque no estuviera «fijo» en plantilla. En nuestro matrimonio faltaba emoción y no me costó encontrarla. Era un desahogo ocasional  y no me exigió unas medidas extremas para camuflarlo. Algo tan sencillo como unas clases de yoga alejadas de casa, y a las que asistía «oficialmente» después de mi trabajo, fueron la tapadera perfecta.

Habíamos estado mucho tiempo esperando tener críos pero se resistían y en una ausencia por motivos de trabajo, ocurrió el milagro. Carlos, que así se llamaba «el otro», consiguió en una semana lo que Javier había intentado algunos años.

Ni qué decir tiene que fue tal la alegría que jamás se puso a «echar cuentas» y nuestra vida discurrió con absoluta normalidad. El con su trabajo y sus viajes, yo con el mío y mis «posturas de yoga». San Google me ayudó enormemente con las asanas (posturas de yoga) ya que algo tenía que contar, aunque no creo que me prestara mucha atención. Su único interés era que no me bebiera ninguna tisana en las clases, no me fueran a drogar para que firmara un cheque en blanco. Y así lo hice, jamás me bebí una tisana. Me comí a un hombre por los pies pero a «palo seco».

la-biblia-del-yoga1

Me compré «La Biblia del Yoga» de Christina Brown y conseguí hacer bastantes asanas sin descoyuntarme y creedme que no fue sencillo. Pasaba del «vulgar» pero archiconocido «a cuatro patas» a la postura del perro. Es más, llegué a ponerlas en práctica con Carlos para llevarlas a casa ya «aprendidas».

postura-del-perro1

Todos estos años mi vida fue un carrusel divertido de sensaciones. A uno le quería y del otro estaba pillada. Sin embargo en ningún momento sentí que aquello se me fuera de las manos.

Tuvimos los tres, otros dos hijos más. Y, cuando digo los tres, es porque uno me los fabricaba y el otro me los reconocía. Un arreglo del que ninguno era consciente y que yo manejaba perfectamente ante ambos. Carlos siempre pensó que tenía un punto de morbo enorme, tener una aventura con una mujer que se embarazaba de su marido pero practicaba el «partner yoga» con él. Bueno, y no sólo el partner yoga, también estuvimos a punto de doctorarnos en contorsionismo pero eso pertenece al «secreto de sumario».

Hará poco más de cuatro meses, Javier, para evitar que un mal cálculo (siempre fue un acérrimo seguidor de Ogino) me dejara embarazada de nuevo, optó por pasar por un urólogo que le practicó una vasectomía. Si él hubiera sabido que sus «bichitos» no servían ni para practicar el tiro al blanco con ellos, se hubiera ahorrado el agobio de pensar en la posibilidad de perder uno de sus bienes más preciados. Estaba convencido que la belleza de sus espermatozoides era inversamente proporcional a la suya. No tenía sentido contarle que si alguno de ellos hubiera servido, habría habido que aplicarle cualquier mecanismo a «aire comprimido», por ejemplo, para que tomara posesión de mi óvulo. Pero estos pequeños detalles no me parecieron esenciales para nuestra armonía conyugal, así que preferí que fuera feliz pensando que era un semental de categoría extra.

El mes pasado, Javier lo pasó en Arabia Saudí, en el campo petrolífero de Ghawar, por su trabajo para una petrolera nacional, y se fue tan encantado por poder participar en nuevas perforaciones en el campo más grande del planeta, que estuvo prácticamente «perdido» en el desierto lo que me proporcionó tiempo extra para mis «paseos por el filo de la navaja». Y nunca mejor dicho, porque quedarme de nuevo embarazada, ha resultado un desastre de tal dimensión que me encuentro en una disyuntiva peliaguda.

No me va a resultar fácil abortar sin que Javier, que ha conseguido gracias a su buen hacer en Arabia tres meses de vacaciones, se entere de todo este barullo. Y ni me planteo tenerlo porque convencerle de la reproducción por esporas se me antoja tarea harto complicada. Es algo elemental en algunas cosas pero nunca ha sido rematadamente estúpido, así que esta segunda opción queda descartada.

Cabría la posibilidad de convencerle, o al menos intentarlo, que la intervención no fue efectiva pero con lo mirado que es para el dinero, seguro que iría a protestar al urólogo  y ni pensar quiero en las consecuencias que derivarían de todo ello. No ansío ser protagonista de una noticia en la página de sucesos.

He tenido todo tipo de ideas peregrinas: ataque de gases, embarazo psicológico, obesidad mórbida localizada, pero acabar dentro de ocho meses con un bebé en los brazos, desbarataría todo lo anterior.

 Entonces ¿qué hago con el «bombo»?

Q – Sara – Activo

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Archivado bajo P - Montserratita - Activo

Definitivamente soy gay

Soy un hombre. Sí. Un hombre hecho y derecho. De los de pelo en pecho y feo como el oso del refrán. Estoy casado. Llevo casado casi quince años y tengo la parejita. Dos hijos maravillosos que han salido listos, guapos como su madre, obedientes, estudiosos…

Mi mujer es, no sé como explicároslo, simplemente perfecta. Es una mujer amable, inteligente, trabajadora, dulce, alegre, una madre maravillosa. Es guapísima y tiene un estilazo impresionante. A sus “taitantos” sigue haciendo que los hombres se vuelvan con descaro para seguirla con la vista. Ambos somos eso que se llama profesionales de éxito. A pesar de la crisis los dos tenemos un buen trabajo, reconocido y bastante bien remunerado.

La verdad es que he tenido mucha suerte en esta vida. Todo me ha salido como lo hubiese planeado cuando era joven, si me hubiera detenido siquiera un instante a pensarlo. Pero en aquella época pararse, aunque fuese a pensar, era algo que no hacíamos. Todo era terriblemente emocionante, con tanto cambio, y sucedía tan rápido que con vivirlo era suficiente. Si lo hubiese hecho, si me hubiera detenido a pensar, tal vez, sólo tal vez, me hubiese dado cuenta. Y ahora no tendría este dilema.

Porque me he enamorado. A pesar de mi mujer, mis hijos, mi trabajo, de mi vida perfecta, de manual, me he enamorado. Puede, ojalá, que sea la crisis de los cuarenta que, dicen, te asalta y te trastoca las neuronas y hace que te comportes como si fueras otra persona. Puede ser. Tengo amigos que se han liado con sus secretarias, diez años más jóvenes que sus mujeres y has puesto sus vidas patas arriba. A alguno le ha dado por el gimnasio, la moto supermegaguay y los trajes de firma. Y otros, simplemente, se han deprimido. Pero yo me he enamorado.

Y quiero a mi mujer, lo juro. Y por nada del mundo querría hacerle daño. Ni a ella ni a los niños. Pero me he enamorado hasta las trancas. Y lo que me resulta incomprensible, lo que me extraña, lo que no me cabe en la cabeza es que haya sido de Jorge. Un compañero de trabajo. ¡Estoy enamorado de un hombre! ¡Yo! No sé cómo ha sucedido, no sé cómo ha podido suceder. Pero es así.

Me di cuenta hace poco. Desde hace una temporada llevábamos conjuntamente un proyecto y compartíamos mucho tiempo de trabajo. Jorge es agradable, joven, guapo si me atrevo a decirlo, y me encontraba a gusto en su compañía. Pensé que éramos dos compañeros que se entendían bien y que hacíamos un buen equipo. Se trabajaba bien con él. La otra tarde salimos más tarde de lo normal porque teníamos que hacer una presentación del estado del proyecto y resultó muy bien. Hubo felicitaciones y decidimos irnos a tomar una copa para celebrarlo y hablar de la continuidad del mismo. Y allí, en la barra del bar, mientras charlábamos me encontré mirando su boca. No recuerdo de qué hablábamos, únicamente sé que su voz sonaba armoniosa, cálida y profunda, que sus labios eran rojos, brillantes y sentí que me apetecía besarle. Me excitó esa ide2 hombresa y noté como comenzaba una erección y mi miembro se endurecía. Apurado, crucé rápidamente las piernas, pero mi mente seguía su propio rumbo y mientras él seguía hablando de algo y yo intentando responder de forma coherente con monosílabos, no podía dejar de imaginarnos juntos, desnudos, sudorosos los cuerpos, enlazados en un abrazo mientras nuestros penes se tocaban excitados y nuestras lenguas recorrían las bocas con ansia. Las manos no encontraban reposo tocando, acariciando, reconociendo cada rincón del otro.

De repente, turbado y casi jadeando, volví de mi ensoñación y la realidad me aterró. Estaba tomando una copa con Jorge y yo…

Puse una excusa creíble y rápidamente regresé a mi casa. Aquella noche le hice el amor a mi mujer. Con furia, casi con sadismo. No sé si estaba intentando demostrarme que todo era normal o estaba excitado recordando lo imaginado esa tarde. Porque no lograba quitármelo de la cabeza. Al final, cuando ella se durmió, lloré.

Los días siguientes en el trabajo fueron difíciles. Me encontraba muy incómodo en su presencia, a la par que caliente, como un quinceañero que empieza a acariciar los tersos pechos de su primera chica. Durante esas fechas tuve que ir al los baños varias veces. A masturbarme pensando en Jorge; en los dos haciendo el amor. Lo imaginaba y lo sentía dentro de mí, deslizándose su pene, gozosa y dolorosamente, en mi interior mientras me abrazaba con pasión. Esa montaña rusa de sentimientos y sensaciones no cesa y me va agotando día a día.

Y aquí estoy. Tengo que aceptarlo. ¿Tengo que aceptarlo? Definitivamente soy gay. Aunque yo siempre habría dicho maricón. Pero ¿y ahora? ¿Qué he de hacer? Ni siquiera sé si Jorge es gay o bisexual o qué puñetas es. No me atrevo a que se note nada. Y quiero a mi familia. ¿Tendré que fantasear mientras practico el sexo con mi mujer? ¿Le pediré que use sus dedos para que yo pueda pensar en él? Quiero mirar a las mujeres, a todas las mujeres y desearlas y soñar con cada una de ellas y olvidarme de Jorge. Pero luego su voz, o mi imaginación o cualquier detalle me hacen volver a vivir mis fantasías vívidas, casi reales, y el sudor me empapa y la respiración se me entrecorta.

¿Qué debo hacer? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué va a pasar con mi vida? ¿Qué pensarán mis hijos si descubren que su padre es gay? ¿Qué pasará con el trabajo? ¿Y mi mujer? ¿Se lo podré ocultar? ¿Tendré que divorciarme si se entera?

P – Montse – Activo

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Nadie se preocupa por mi…

Nadie se preocupa por mi… al fin y al cabo, qué sabrán ellos del suplicio por el que estoy pasando.

Anoche vino por casa Nacho. Lo había invitado a cenar. Después pusimos una película. Él se sentó a mi lado en el sofá y enseguida sentí como los nervios recorrían todo mi cuerpo. Sabía que en cualquier momento intentaría besarme y en cierta manera, lo deseaba; pero también me daba miedo pues era la primera vez.

La película transcurría y la verdad es que no me iba enterando de nada, tan pendiente estaba del primer asalto. Al final me pudieron los nervios y exclamé:

-Oh!! venga, besémonos de una santa vez!!.

Y nos besamos… Me pareció preocupante que me gustase tanto aquel beso y más preocupante las ganas que sentí de tocarlo, de acariciarlo; pero fue él el que tomó la iniciativa al respecto, metiendo las manos bajo mi jersey. Y yo no podía achacar todo aquello a la bebida, pues me había costado mucho tragar durante la cena.

Sentí algo raro cuando noté su erección apretada contra mi muslo. Era como una necesidad imperante de liberar aquella parte de su anatomía y hacerme con ella.

Por suerte, él era tan impaciente como yo, y la ropa nos duró encima poco tiempo. Yo deseaba tocarlo. Todo aquello era nuevo para mi. Era consciente de que iba a perder mi virginidad. Sus manos apretaban mis nalgas, las moldeaban, y yo sentía la urgencia de su tacto. Él humedeció sus dedos con su propia saliva y comenzó a acariciarme, preparándome para el gran momento. Pero la verdad es que no sirvió de mucho, porque aquello dolió.

Y ahora, además de con la preocupación, tengo que lidiar con el dolor, pues tengo el culo que me arde… Pero que le voy a hacer. Definitivamente, soy gay.

O – Aspective – Activo

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Ella no era la victima

Al menos eso es lo que ha argumentado la chica que me asiste en el trabajo, cuando le he cuestionado sobre un asunto que ocurría en la oficina, en donde trabajamos.   Ella no era la victima y por tanto, aunque conocedora de lo que ocurría, ha guardado silencio, por qué involucrarse? enemistarse con alguien? ella no era la victima y no debía  importarle lo que pasara a otra, allá ella.

No deja de resultar  preocupante, cuan poco importa al género humano lo que pase a  su alrededor, sobre todo sino le afecta.   dejamos que ocurran las cosas porque sino es con nosotros, ni caso vale preocuparse por ello.

A qué viene todo esto se preguntarán? En los días pasados encontré sobre mi mesa, una nota de mi jefe diciéndome que una chica de la oficina, excelente trabajadora, había renunciado sin más, y que debía ocuparme de averiguar el por qué? ya que no existían motivos evidentes.

Puesta en el asunto, me dediqué a indagar a la interesada que no hubo de darme ninguna explicación satisfactoria y casi decidí dejarla marchar.  Cuando aquello sucedía , la chica con la que trabajó hace más de una década, sin duda con el ánimo de cotillar más que por informar,  me cuenta la causa de aquella repentina e inexplicable renuncia.  

Un supervisor le ha estado acosando durante meses, y pese a su negativa,  como todo prepotente ha persistido a tal grado de llevarla a la necesidad de renunciar a su trabajo, en el que está contenta, mantiene buena relación con su jefe y el que realiza eficientemente.

Mi sorpresa no era tanto por el acoso, durante años de trabajar me encontré  con muchos de estos deplorables personajes, que se creen con derecho a «enamorar» a cuanta mujer encuentren en el trabajo.  Mi sorpresa era como les digo, el hecho de que una compañera conociera el asunto y callara.

Dejamos que pasen cosas en el mundo, callamos, porque no es con nosotros, porque a cada quien sus propios asuntos.  De verdad, muchas veces ando metida en «rollos» por meterme en lo que mi jefe ha calificado «lo que no te va,  ni te viene» pero nadie nos ha asegurado que porque no nos ocurren ahora no nos podrán ocurrir en el futuro, y que nada podremos hacer, como bien dijo Bertold Bretch a quien les cito más abajo, sencillamente porque cuando debíamos hablar, callamos.

De más está decirles que el problema solucionado, aquel «tonto» no acosará a nadie más , y aquella «discreta» empleada que no se mete «en los asuntos de nadie»  deberá esperar tener suerte de no verse un día en aquella situación, y que todos callen.

Primero se llevaron a los negros
Pero no me importó
Porque yo no era negro
En seguida se llevaron algunos obreros
Pero no me importó
Porque yo no era obrero.
Después prendieron a los miserables
Pero no me importó
Porque yo no era miserable
Después agarraron algunos desempleados
Pero como yo tengo mi empleo
Tampoco me importó
Ahora me están llevando a mí
Pero ya es tarde
Como yo no me preocupé por nadie
Nadie se preocupa por mí.

N – Sonvak – Activo

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Archivado bajo Daniela_

Ese periodista era su padre

Vivió los últimos años informando, trabajando con la necesidad, más que obsesión, de hacer entender a la humanidad que los papeles estaban invertidos.

Mientras la Tierra se defendía eliminando la capa de ozono y contaminando el agua que mantenía vivo el virus de la humanidad, él intentaba conseguir el perdón del planeta.. un perdón que nunca llegaría.

Miles de criticadas pancartas intentaban salvar al planeta mientras la redonda madre continuaba el trabajo de eliminar tan peligrosa especie de su superficie.

Primero fueron los ríos, después los lagos, los mares… el Sol dejó de ser un amigo y la noche perdió el romanticismo. Síntomas que parece que sólo eran percibidos por quienes muchos consideraban casi un Dios, el dios de la información.

Ahora, algunos años después de terminar con su trabajo, la Tierra comenzó a arrepentirse. Echaba de menos el ruido de esa bacteria llamada humanidad, sentía falta de las pequeñas explosiones que devastaron continentes, nada comparado con los grandes impactos de asteroides del pasado.

La Tierra no estaba sola… millones de seres vivos continuaban jugando entre sus sombras, mucho más resistentes a las nuevas condiciones climáticas que los frágiles hombres. Una compañía que ayudaba a olvidar que había matado a su padre, al gran periodista de la humanidad, al único que había entendido que ella no era la víctima.

M – Chapinita – Activo

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Archivado bajo Sara de Lupotac

Vende más la segregación en ghettos

El periodista de trayectoria leyó atentamente el artículo que le trajo el periodista principiante.

Éste, un casi adolescente de unos 17 años, no podía disimular un acné que arrastraba su expresión aniñada a los confines de la pubertad, como si tuviese aún tres o cuatro años menos.

«El pibe», como le comenzaban a decir en la redacción del matutino, era pelirrojo, de voz suave y penetrantes ojos color café. Quería ser periodista «con toda su alma«, como repetía toda vez que tenía oportunidad.

Se soñaba a sí mismo veinte años en el futuro conduciendo su propio programa de TV, con una fama bien ganada luego de haber destapado (y publicado) ciertos «chanchullos» de un candidato a presidente que durante su mandato como diputado había sido profusamente acusado de haber favorecido contratos con empresas muy cuestionadas por grupos ecologistas. Sigue leyendo

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Archivado bajo José de la Cruz

!!!VIVA EL PODER FEMENINO!!!

Pues que viva,  ¿y a mi que más me da?

Últimamente la sociedad actual me tiene «acongojado» al igual que «asustado». Me siento realmente perseguido y eso es algo que no me gusta y tengo todo el  derecho a quejarme. 

!!!Viva el poder masculino¡¡¡   ¡¡¡Viva el día del orgullo heterosexual!!!  ¡¡¡Abajo con la violencia de género!!! (que no violencia machista).

Estoy hasta «los mismísimos» de que todo lo que lleva apellido «masculino» es considerado para ser perseguido. ¿Qué pasa, qué está de moda? Si el patriarcado es criticable, no menos criticable es el matriarcado, ¡¡¡pero no!!! ahora es loable y bueno.

El poder, independienemente del apellido que le pongas al lado, siempre es el poder, dependiendo solamente de la forma de ejecutarlo o llevarlo el poderoso, independientemnte del género que posea. Entonces ¿por qué , ¡¡Viva el poder femenino!!,  ¡¡que coño!!  ¡¡VIVA EL PODER MASCULINO!! , o es que somos los hombres unos apestados?

Otra cosa parecida. Me encanta que haya distintas preferencias sexuales, las respeto y realmente me es indiferente quien se «encama» con quien; ¡¡pero coño!! ¿alguien ha visto una cabalgata en el día del orgullo heterosexual? ¿No verdad? .

Si no hacen más que el ridículo. El orgullo de ser lo que es cada uno es propio, no hace falta exposición pública, que realmente es la cabalgata de la «parada de los monstruos». Si se les critica, somos intolerantes. ¡¡Pero salgo yo medio en pelotas por las calles haciendo el cernícalo!!  ¡¡Salgo yo a presumir del orgullo heterosexual!! ¡¡NO!! Cada uno es como es y ya está, pero luego se «rasgan las vestiduras» por las críticas que reciben. Si yo no les critico por como son, sino por lo que hacen, al igual que si fuesen heterosexuales. Pero compensa más hacerse luego la figura del «martir».

Y ya por último, estoy hasta «por donde se empiezan los cestos» de oir el calificativo de «Violencia Machista». Toda violencia es condenable, reprobable, odiosa,…., pondría mil y un calificativos, pero ¿por qué se pone violencia machista? ¿nos hemos vuelto gilipollas o qué?  Habrá más hombres violentos, de acuerdo, pero cando la violenta es la mujer ¿se dice «violencia feminista»? ¿no verdad? se dice violencia de género…..

Ya no comento más que me estoy calentando….

Lo que está  ocurriendo en esta sociedad es que todos tenemos derecho a opinar, ¡¡gracias a Dios!!. Pero esto nos sobresatura  de información, con lo que muchas veces renunciamos a una información válida y nos quedamos con la de menos valor y le damos total veracidad y la adoptamos como dogma de fe, sin mirar realmente en serio que estamos diciedo.

!!! Viva el poder ¡¡¡   ¡¡¡Viva la libertad sexual!!!  ¡¡¡Abajo con la violencia!!!

Esos deberían ser los gritos de guerra, pero no venden lo suficiente, vende más la segregación en ghettos.

J – Lustorgan – Activo salta turno a:

K – Alejandro Marticorena – Activo

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Archivado bajo JoseLuis